Tenía 19
años cuando nos pasó… Hacía menos de un año que estábamos de novios. Hacía sólo
un año que habíamos terminado la escuela secundaria.
En esa época
se escuchaba hablar mucho de situaciones similares, amigas, conocidas, familiares…
ya alguien había pasado por la misma situación.
A mí me
aterraba el hecho de quedar embarazada, pero a la vez no tuve la conciencia
suficiente para evitarlo y lo que más me duele es que pudiendo evitarlo arriesgue a que me pasara, ya sabiendo cual
sería la decisión a tomar.
Las veces
que lo imaginé o que pensé qué haría si pasase, ya tenía en mi cabeza bien
resuelto que a mi no me podría pasar, que mi vida tenía que continuar como
estaba planeada. Tenía que estudiar, terminar la facultad, y seguir adelante
para poder lobrar todos mis objetivos. Tener un hijo en ese momento paralizaría
todo.
Así fue que
cuando tuve un atraso, lo primero que sentí fue el horror a que se acabara “mi
vida”. La verdad es que no pensaba en lo que diría mi novio, solo pensaba que
la única decisión posible era no tenerlo. Era muy fácil porque como dije antes,
era muy “común”, teníamos experiencias de otros, teníamos el lugar, teníamos la
plata. Mi novio se acogió a la decisión que ya tenía definida antes de saber
del embarazo. Nunca dijo que no, siempre se unió y acompañó, pero luego me
enteré que él lo quería tener o no sabía qué era lo que quería.
Al final
acompañada por él o por mi mamá, no me acuerdo, hago esfuerzo por recordar y no
…, tengo la capacidad de borrar todos los momentos que no me gustan, o que sé
que me van a doler, fuimos al médico. El lugar ayudaba a que todo sea más feo,
y con más ganas de que todo pase más rápido y se olvide más veloz aún.
Era un
corredor largo, al final el consultorio en donde el médico no te miraba, sino
que estaba con su vista puesta en la cámara de seguridad, viendo lo que pasaba
afuera.
Todo fue un
trámite, la explicación, la cita, la información del costo y de la
intervención.
Y yo quería
que fuera así, quería no pensar, quería que nada me uniera a nada…a ningún
sentimiento de algo… Cuanto más rápido mejor, y así también mi mente totalmente
bloqueada para pensar.
El día llegó
y así como llegó, pasó. Pasó lo rápido que yo quería. Y la vida continuó. Todo
fue muy frío, desde que empezó hasta que acabó ese día.
Con el
tiempo empezaron los recuerdos de ese momento, muy internos y sin ganas de
compartirlos. También hubieron y continuaron en la relación de pareja reclamos
y reproches contra la decisión tomada. Obviamente con el tiempo, ya era muy
difícil explicar lo que uno sentía o ponerse de acuerdo.
Sólo se que si
volviese el tiempo atrás y pudiera en ese momento tener la noción que tengo
ahora de las cosas, la conciencia, no creo que haría lo mismo. Después de haber
tenido dos hijos más, siento que es imposible hacer lo que hice.
Querido hijo
No se cómo empezar, quizás lo que
siento más fuerte es la necesidad de pedirte perdón, de
hacerte saber que me arrepiento de lo que hice, y que siento un amor inmenso
por vos. Si pudiera abrazaría eternamente hasta demostrarte lo que significa mi
amor por vos.
Me encantaría tenerte en mis brazos,
para poder cantarte una canción, besarte, acariciarte calmarte, acurrucarte….
Espero que estos deseos lleguen a
donde estés y puedas sentirlos con la misma fuerza que yo los siento adentro
mío.
Si pudiera volvería el tiempo atrás y
tomaría otra decisión, …pero ya no puedo, y es por eso que escribo esta carta.
Así de alguna manera me acerco a vos, con el sentimiento de amor, y este amor
te alcanza en donde te encuentres.
Vas a ser siempre mi angelito y se
que donde estas, estas bien y te cuidan bien. Desde el lugar donde estoy,
tratare de protegerte con el calor y la energía del amor, que espero, ojala…te
abrace muy muy fuerte.
Sé que en algún momento nos
volveremos a encontrar y ojalá que donde sea y de la forma que sea, podamos
darnos ese tiempo que nos merecemos juntos.
Estuviste, estas y vas a seguir
estando conmigo, en mi corazón y alma. Y cuando que te escuche solo acércate a
mi corazón que me voy a dar cuenta que estás ahí.
Te ama hasta el infinito.
Mamá
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