martes, 21 de marzo de 2017

Qué pasa cuando no es la mujer la que decide? Duelo post- IVE


He escrito, y  publicado varios testimonios y varios artículos al respecto, e hice especial énfasis en la semana del día internacional de la mujer. Porque justamente es uno de los temas pendientes, vigentes y más polémicos que siguen movilizando a cientos de miles de mujeres de todos los países del mundo.
 En nuestro país la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito ha realizado una gestión admirable. Seguimos marchando, movilizándonos  las mujeres, en cada fecha, en los encuentros regionales, nacionales, en las organizaciones intermedias, desde Socorro Rosa, y desde una multiplicidad de sectores, agrupaciones, partidos políticos, espacios de mujeres, colectivos feministas, etc. 
 El eje conceptual,  fundamento, y la síntesis  como estandarte o bandera de campaña  es “Educación sexual para decidir. Anticonceptivos para no abortar y Aborto legal para no morir”. A lo cual estoy, y estamos 100% de acuerdo, pero hay  algo de lo que todavía no se puede hablar, es como un tabú dentro del tabú y es del dolor después del aborto o de la interrupción de una gestación.
Y no se puede hablar por muchos motivos, entre otros porque hay un largo camino todavía para legitimar a la mujer sobre la autonomía de su cuerpo, de sus decisiones, de su protagonismo como sujeto de deseo, y sujeto de derechos.
Aquí voy a abrir un nuevo espacio, para abrir nuevos interrogantes. Qué sucede cuando la interrupción no es por voluntad de la mujer, sino de un tercero. Puede ser su compañero/pareja eventual, puede ser un padre, una madre, puede ser una coyuntura económica, una condición laboral, etc. Qué sucede cuándo se le impone a la mujer una decisión que no se siente como propia, bajo amenazas, por ejemplo de abandono de su pareja, o de abandono familiar, o de pérdida laboral, etc. 
Son muchos los testimonios, donde la mujer tuvo que tomar la decisión, donde aparentemente fue propia, y sin embargo luego con el tiempo, se revela que fue presionada por su pareja, terceros, o circunstancias. Pero ella, de no haber mediado esas circunstancias, de esa presión o directamente imposición del entorno, la mujer siente, que hubiera continuado adelante, que había un deseo propio, que no fue contemplado, que fue directamente arrasado, y que con los años no resuelve un duelo que ha quedado silenciado, la culpa, un dolor invisibilizado.
 De la pérdida de la posibilidad de ser madre en ese momento, y de la pérdida de ese hijo, que luego incluso con el tiempo, se idealiza,  la añoranza, el anhelo vivido como cohartado, Y se convierte  un duelo de muy dificil resolución, fundamentalmente por la culpa, por la responsabilidad, debido a que todos los que participaron en la decisión, luego desaparecen y ésta recae total y absolutamente sobre la mujer.
Justamente en estos casos, son los que debemos revisar y reflexionar. En qué medida la decisión de una mujer es propia, y en qué medida se encuentra atravesada por las voces, los discursos, los  atrapamientos  concientes e inconscientes, mandatos, creencias, valores, etc tanto de su pareja, familia y de su entorno social.
Sobre estos duelos, y con estas mujeres, con este dolor nos tenemos que involucrar porque son tantos los casos, donde la defensa por el derecho al aborto es absolutamente justa, pero hay una problemática mayor, que es de fondo, donde no sabemos quién decide detrás de la decisión de cada mujer.

Como mujer, como hija, como madre, como hermana, como amiga, como terapeuta, como facilitadora de espacios colectivos de mujeres, desde todos los roles posibles, nos involucro en esta pregunta, quién decide…? Me comprometo con cada una de las mujeres de mi vida, con todas las que me toca acompañar, ayudar a transitar esta pregunta con la mayor honestidad posible. Demos la bienvenida a la posibilidad de elegir desde la libertad y el empoderamiento femenino. Es tan valioso que te pronuncies a favor o en contra de continuar o no una gestación, lo único importante es que seas vos y desde vos y 100% vos, no permitas que otros lo hagan por vos !!!

2 comentarios:

  1. Hola María! Gracias por tus palabras y por tu reflexión. Creo que es muy importante pararnos a pensar con más profundidad sobre este tema. A tú pregunta de quién decide, sí que es importante ver que a menudo hay influencias y presiones del entorno que van a hacer que la mujer que va a interrumpir su embarazo sienta que no es lo que ella quiere. Ahí va a haber un duelo a elaborar. Pero también a menudo son las circunstancias las que llevan a ver inviable una gestación a término, y esa mujer va a decidir empujada/presionada por dichas circunstancias. Como te comentaba ayer, creo que la clave a menudo está en ver también el vínculo que se crea con ese ser en gestación. Si se siente como hijo/a...va a haber dolor. En todos los casos, es necesario hacer una reflexión mucho más profunda de la que se viene haciendo sobre el dabate respecto a la iVE. Legal y seguro, sí, pero también informado, apoyado en todas sus fases y dando atención primoridal a la salud de la mujer, salud que no sólo es física, sino emocional y mental. Un saludo, desde el Mediterraneo.

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  2. Lo importante seria que esas mujeres pyedan pedir ayuda a personas capacitadas para acomoañar y ayudar a sentir lo que las va a centrar en su bienestar fisico y emocional.

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