domingo, 31 de julio de 2016

Dando la bienvenida a mis abuelas... las cartas del reencuentro


Según la tradición nativo americana, el “Gran Misterio”, el “Gran Espíritu”, creó al  Sol y  a la Luna, como entidades espirituales que nos rigen y ordenan y nos facilitan nuestro desarrollo, nuestros ciclos en la Tierra.
Desde la sabiduría de estas culturas ancestrales, todo es Vida, y todo lo que nos rodea es parte de nuestra familia planetaria, los cuatro elementos, el agua, el aire el fuego y la tierra, son parte de nuestra familia originaria.
Para esas culturas el orden de la vida cotidiana estaba regido por la Luna, y la Luna representaba lo femenino en todos, en la creación. El principio femenino de la Naturaleza.
Para estas tradiciones, los ancestros tienen un valor muy especial, son nuestros abuelos de sabiduría, los que nos marcan y conducen nuestros destinos.

La función más importante  que cumplen nuestras abuelas, es la de Bendición…

Carta de la Abuela María, a su nieta María Andrea. Técnica Constelación.
“Yo, María González, apenas te conocí, preciosa niña, me conmovió tu sensibilidad, sabía que tu madre tenía mucho dolor, que tu vida sería marcada por ella… Viniste a acompañar a tus padres en la última etapa de sus vidas, quizás a “estirarles” su vida…
Por eso tu impronta y tu aprendizaje ha sido y va a ser con “el tiempo”…
Ellos, querida María Andrea, ya han desencarnado y están en la Luz. Tu misión o tu tarea ahora y a partir de tus 52 años va a ser iniciar el camino de la maestría del programa temporal de tu linaje espiritual.
Yo te libero del proyecto sentido de tus padres, te libero también de lo que yo no he logrado en mi vida en la Tierra.
Te regalo y te transfiero mi aprendizaje fuera de las líneas del tiempo y te regalo el tiempo cuántico de la eternidad… El tiempo que necesites para descansar del vértigo del programa de “la falta de tiempo”. Te regalo el tiempo que necesites y elijas para vos, para estar con vos misma, para escribir, para crear, para renovarte, para la magia…
Para vivir por primera vez fuera de la tiranía de un programa de supervivencia dentro de un tiempo limitado, te libero del patrón de sobreexigencia, y te regalo el permiso de vivir por primera vez la magia de un Tiempo Nuevo.
Tiempo Nuevo para regenerar lo nuevo, tiempo de unión entre tu origen y tu destino, tiempo de reencuentro, de disfrute, de bienestar,  de todos los permisos que nosotras las mujeres de tu linaje no nos hemos permitido y no hemos podido darnos.
 Te lo regalamos, yo en representación de todas, somos todas las que somos tus abuelas…
Recibí de todas nuestro amor, nuestro aliento, nuestra confianza en tu potencial…
Nos llevas en tu interior, estamos guiando y acompañando, somos todas tu equipo, llevas nuestras  heridas, pero también nuestros aprendizajes, nuestra capacidad de lucha, de transformación, nuestra creatividad y alegría…
Ahora te regalamos este don tan especial a través de tu abuela María, que apenas conociste… Y es que estamos todas en transmisión de todo este conocimiento al servicio de tu maestría…
Nosotras, a través de tu abuela, te vamos a entregar  ese “don”…



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