Qué nombre tiene ese dolor sin nombre? Ese dolor innombrable...
Podemos pensar en los "duelos gestacionales" como procesos emocionales donde fracasa el proceso de elaboración, por ser duelos desautorizados, silenciados e invisibilizados. En síntesis, condenados por el paradigma ideológico valorativo de este tiempo histórico...
Podemos pensar en este tipo de duelos desde el concepto de "trauma"?
Cómo se libera ese
potencial de energía femenina dentro del dolor más profundo, un dolor que por ser
"invisibilizado", por ser “innombrado”, no tiene la forma de ser
"reconocido" por ende no puede ser "procesado". Siendo un núcleo de dolor "no tramitado", en cuanto al “procesamiento de la experiencia” que
quedó interrumpida por siglos en la historia de la humanidad.
Qué nombre tiene ese dolor sin nombre ? Ese dolor innombrable... que derivan en procesos emocionales encapsulados, encriptados, interrumpidos, enterrados, que trabajan como tumores silenciosos a lo largo del tiempo, desde lo inconsciente en cada mujer, y desde el inconciente familiar, social, colectivo?
“El trauma es un chaleco de fuerza interno creado cuando un momento devastador queda congelado en el tiempo. El trauma ahoga el desarrollo del ser e inhibe nuestros intentos de avanzar en la vida. Nos desconecta de nosotros mismos, de los demás, de la naturaleza y de nuestro espíritu. Cuando somos dominados por una amenaza, nos congelamos de miedo, como si nuestras energías instintivas de supervivencia estuviesen vestidas y prontas para salir pero sin ningún lugar adonde ir”. Peter Levin
"Los síntomas del trauma no son causados por el suceso en si mismo, surgen cuando la energía residual de la experiencia no es descargada en el cuerpo. Esta energía queda atrapada en el sistema nervioso donde puede causar estragos en nuestro cuerpo y mente." Peter Levin
Expresar, poner en palabras, relatar, narrar, retomar el momento del suceso, abrirse y permitirse... retomar desde allí el procesamiento de la experiencia... re-significar... liberar la represión para dar lugar a esa corriente de energía que había quedado interrumpida, tomada, capturada...
La muerte intrauterina como trauma colectivo representa un
quantum energético detenido, que cuando vuelva a estar al servicio de la vida, como una
corriente de amor, de resurgimiento, de una fuerza vital que vuelva a encender el motor de la evolución...
¿Se imaginan un continente congelado... donde sus aguas
comiencen a convertirse en manantial, en ríos de energía en movimiento al servicio
del impulso evolutivo...?
Así poder retomar esa corriente de amor y de vida.
Permitiendo que resurja una fuerza, una energía vital que vuelve al campo de energía de lo femenino, de la fuerza colectiva femenina. Reactivando el motor de la evolución, a todas las formas de vida, a la humanidad, a las futuras generaciones, al Planeta en su conjunto.
Publicado por María Andrea Garcia Medina
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